e-acjm
Home > Temas y Momentos de Reflexión > 33. Los tres consejos

Nuevamente grandes saludos a todos y a todas, después de un tiempo de no haber más temas de reflexión, aquí estamos de nuevo y hoy tenemos uno que nos hará reflexionar entre lo que tenemos que elegir entre la sabiduría y el dinero, entre el raciocinio y actuar rápido en muchos momentos de la vida. En fin, esta reflexión no requiere de mas premisas y solo de leerla con mucha atención.

Tres consejos

Una pareja de recién casados, era muy pobre y vivía de los favores de un pueblito del interior.
Un día, el marido le hizo la siguiente propuesta a su esposa: Querida yo voy a salir de la casa. Voy a viajar bien lejos, buscaré un empleo y trabajaré hasta tener condiciones para regresar y darte una vida más cómoda y digna. No sé cuanto tiempo voy a estar lejos; sólo te pido una cosa: que me esperes y mientras yo esté lejos, seas fiel a mí, pues yo te seré fiel a ti."

Así, siendo joven aún, caminó muchos días a pie, hasta encontrar un hacendado que estaba necesitando de alguien para ayudarlo en su hacienda. El joven llegó y se ofreció para trabajar y fue aceptado.
Pidió hacer un trato con su jefe, el cual fue aceptado también.

El pacto fue el siguiente: "Déjeme trabajar por el tiempo que yo quiera y cuando yo encuentre que debo irme, el señor me libera de mis obligaciones. Yo no quiero recibir mi salario. Le pido al señor que lo coloque en una cuenta de ahorros hasta el día en que me vaya. El día que yo salga, usted me dará el dinero que yo haya ganado."

Estando ambos de acuerdo aquel joven trabajó durante 20 años, sin vacaciones y sin descanso.
Después de veinte años, se acercó a su patrón y le dijo: "Patrón, yo quiero mi dinero, pues quiero regresar a mi casa."

El patrón le respondió: "Muy bien, hicimos un pacto y voy a cumplirlo. Sólo que antes quiero hacerte una propuesta, ¿está bien?.  Yo te doy tu dinero y tú te vas, o te doy tres consejos y no te doy
el dinero y te vas. Si yo te doy el dinero, no te doy los consejos y viceversa. Vete a tu cuarto, piénsalo y después me das la respuesta."

Él pensó durante dos días, buscó al patrón y le dijo: "QUIERO LOS TRES CONSEJOS"

El patrón le recordó: "Si te doy los consejos, no te doy el dinero." el empleado respondió: "Quiero los consejos"

El patrón entonces le aconsejó:
1. "NUNCA TOMES ATAJOS EN TU VIDA: Caminos más cortos y desconocidos te pueden costar la vida.

2. NUNCA SEAS CURIOSO DE AQUELLO QUE REPRESENTE EL MAL: Pues la curiosidad por el mal puede ser fatal.

3. NUNCA TOMES DECISIONES EN MOMENTOS DE ODIO Y DOLOR: Pues puedes arrepentirte demasiado tarde.

Después de darle los consejos, el patrón le dijo al joven, que ya no lo era tanto:
"AQUÍ TIENES TRES PANES: dos para comer durante el viaje y el tercero es para comer con su esposa, cuando llegues a tu casa".

El hombre, entonces, siguió su camino de vuelta, de veinte años lejos de su casa y de su esposa que él tanto amaba. Después del primer día de viaje, encontró una persona que lo saludó y le preguntó: "¿Para dónde vas?"

Él le respondió, "Voy para un camino muy distante que queda a más de veinte días de caminata por esta carretera."

La persona le dijo entonces: "Joven, este camino es muy largo. Yo conozco un atajo con el cual llegarás en pocos días".

El joven, contento, comenzó a caminar por el atajo, cuando se acordó del primer consejo. Entonces, volvió a seguir por el camino normal. Días después, supo que el atajo llevaba a una emboscada.

Después de algunos días de viaje, y cansado al extremo, encontró una pensión a la vera de la carretera, donde poder hospedarse. Pagó la tarifa por día y, después de tomar un baño, se acostó a dormir. De madrugada se levantó asustado con un grito aterrador. Se levantó de un salto y se dirigió hasta la puerta para ir a donde escuchó el grito. Cuando estaba abriendo la puerta, se acordó del segundo consejo.
Regresó y se acostó a dormir. Al amanecer, después de tomar café, el dueño de la posada le preguntó si no había escuchado el grito y él le contestó que sí lo había escuchado. El dueño de la posada le
preguntó: ¿Y no sintió curiosidad?. Él le contesto que no. A lo que el dueño le respondió: Ud. es el primer huésped que sale vivo de aquí, pues mi único hijo tiene crisis de locura; grita durante la noche y cuando el
huésped sale, lo mata y lo entierra en el quintal.

El joven siguió su larga jornada, ansioso por llegar a su casa. Después de muchos días y noches de caminata, ya al atardecer, vio entre los árboles humo saliendo de la chimenea de su pequeña casa.

Caminó y vio entre los arbustos la silueta de su esposa. Estaba anocheciendo, pero alcanzó a ver que ella no estaba sola. Anduvo un poco más y vio que ella tenía sobre su regazo, un hombre al que estaba acariciando los cabellos. Cuando vio aquella escena, su corazón se llenó de odio y amargura y decidió correr al encuentro de los dos y matarlos sin piedad. Respiró profundo, apresuró sus pasos, cuando recordó el tercer consejo. Entonces se paró y reflexionó y decidió dormir ahí mismo aquella
noche  y al día siguiente tomar una decisión. Al amanecer, ya con la cabeza fría, él dijo: "NO VOY A MATAR A MI ESPOSA. Voy a volver con mi patrón y a pedirle que me acepte de vuelta, sólo que antes, quiero decirle a mi esposa que siempre le fui fiel."

Se dirigió a la puerta de la casa y tocó. Cuando la esposa le abrió la puerta y lo reconoció, se colgó de su cuello y lo abrazó afectuosamente. Él trató de quitársela de encima, pero no lo consiguió.  Entonces, con lágrimas en los ojos le dijo:  "Yo te fui fiel y tu me traicionaste..."

Ella espantada le respondió, "¿Cómo? Yo nunca te traicioné. Te esperé durante veinte años".

Él entonces le preguntó, "¿Y quién era ese hombre que acariciabas ayer por la tarde?"
Y ella le contestó, "AQUEL HOMBRE ES NUESTRO HIJO. Cuando te fuiste, descubrí que estaba embarazada. Hoy él tiene veinte años de edad". Entonces, el marido entró, conoció, abrazó a su hijo y les contó toda su historia, mientras su esposa preparaba la cena. Se sentaron a comer el último pan juntos.

DESPUÉS DE LA ORACIÓN DE AGRADECIMIENTO, CON LÁGRIMAS DE EMOCIÓN, él partió el pan y al abrirlo, se encontró todo su dinero: el pago de sus veinte años de dedicación

"No hay caminos para la paz..... la paz, es el camino."

¿Cuantas veces no seguimos estos pequeños consejos y caemos en GRANDÍSIMOS errores que marcan el resto de nuestras vidas? ¿Haz echo sentir mal a alguien creyendo que haces lo correcto y después te arrepientes de lo hecho?

¿Tendrías la suficiente fuerza para elegir la sabiduría del dinero? La sabiduría la encontramos en los consejos que nuestros padres y abuelos nos dan y que nos servirán mucho cuando seamos grandes. La sabiduría la obtenemos a medida que damos empeño y empuje a nuestra vida en el mundo de forma positiva. Y el dinero ya viene con la sabiduría.


El que no sabe y no sabe que no sabe, es un tonto: evítalo.
El que no sabe y sabe que no sabe, es una persona sencilla: edúcala.
El que sabe y no sabe que sabe, está dormido: despiértalo.
El que sabe y sabe que sabe, es un sabio: síguelo.

Heraclito


Juntos podemos hacer algo bello para Dios
 

Ir al menu anteriorPagina Principal de la ACJM


 



 

ACJM
sección creada 09/02/2004/14:48hrs actualizada 09/02/2004/15:29hrs
! Vive sin Drogas !
© Asociación Católica de la Juventud Mexicana 1999-2010 Puebla México 
Email : acjm.geo@yahoo.com - Producciones J.C.O.M. 2005