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La Santísima Virgen de Guadalupe

LA SANTISIMA VIRGEN DE GUADALUPE
Reina de México y de América
En esta ocasión hablaremos de un hecho histórico y divino que a todos los mexicanos católicos nos debe llenar de orgullo . Hablar del fervor guadalupano en un país con un poco más de 90% de catolicismo en la población, sería muy extenso, con sus grandes milagros, uniones y maravillas en todo el país.

La Virgen Santísima María, la Virgen de Guadalupe, se apareció en 1531 en tierras donde apenas empezaba el dominio español sobre los mexicas, sobre la gran ciudad de Tenochtitlan, y en el cual , la propagación de catolicismo resultaba díficil en una población llena de tradiciones. Sin embargo la aparición al hoy Beato Juan Diego, hizo que el catolicismo creciera rapidamente y se hiciera fundamental en la vida del mexicano.

Hoy en día, en el lugar donde se apareció la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac, existen dos templos muy grandes y otros pequeños. Uno construido en los años 1600 que anteriormente era la Basílica de Guadalupe y donde estaba la imágen de la Santísima de Guadalupe, hoy es el Templo Expiatorio de Cristo Rey (nombre dado el 5 de Mayo de 2000 con motivo del segundo Congreso Eucarístico y de la reapertura de dicho templo en presencia del Legado Papal, su Eminencia el Cardenal Jorge Medina Estévez) , donde todo el día esta expuesto el Santísimo Sacramento.  La primera piedra de este Templo se colocó un 25 de Marzo de 1695 por el arquitécto que hizo el proyecto, Don Pedro de Arrieta. Y el templo se dedicó el 27 de Abril de 1709, su construcción duró 14 años; medio siglo después fue declarada Iglesia Colegiala y el primer Cabildo tuvo lugar el 22 de Octubre de 1750.

El otro templo construido es más actual y ahora es el llamado Basílica de Guadalupe, el cual es el 2ndo santuario más visitado en todo el mundo.
 

La Basilica de Guadalupe
Su Santidad el Papa Paulo VI le dío el Título siguiente: La Insigne y Nacional Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.

En la foto vemos la imágen de la Basilica de Nuestra Señora de Guadalupe.

 Y en su interior se encuentra la única imagen divina de la siempre viva Virgen María, la cual tiene muchos hechos inexplicables.

En 1976 hubó un hecho muy importante cuando todos los mexicanos vieron el traslado de la imágen de Nuestra Santísima Madre Santa María de Guadalupe a través del atrio hasta su nueva casa, seguida por millares de personas de todas las edades, cardenales, arzobispos, obispos, sacerdotes y algunos cientos de religiosos.


Basilica de Guadalupe, Ciudad de México
Su Santidad Juan Pablo II, el 23 de Enero en su IV visita a México en la Basílica de Guadalupe, marco otro hecho histórico al decir : " Por eso tengo la alegría de anunciar ahora que he declarado que el día 12 de Diciembre en toda América se celebre a la Virgen María de Guadalupe con el rango litúrgico de fiesta ... "

Con ello de ahora en adelante en toda América se celebra la fiesta de la Virgen de Guadalupe.

Cada año, en la Basílica de Guadalupe, el 12 de Diciembre, llegan más de 3 millones de peregrinos de todo el país y de todo el mundo a dar gracias a Dios y a la Virgen María. En México, en los medios de comunicación pasan cronicas y relatos sobre la aparición de Virgen de Guadalupe. No existe en ninguna parte del país donde no haya una imagen de la Virgen de Guadalupe.

Dentro de la Basílica de Guadalupe a las 00:00 hrs del 12 de Diciembre se cantan "Las Mañanitas" en honor a la Santísima Virgen de Guadalupe. Este hecho es transmitido por televisión a nivel nacional. La misa después de "Las Mañanitas" también es transmitido por televisión. En las estaciones de radio también se transmite este momento.

En las vecindades, industrias y otros lugares donde exista una imágen de la Virgen de Guadalupe en un pequeño altar, todos se reunen alrededor para cantarle "Las Mañanitas" ( a veces se las cantan con mariachis ) y después rezar el Rosario.

Durante el día las Iglesias que tienen la imágen de la Virgen de Guadalupe estan llenas, por todos aquellos que van a venerarla, pidiendo su intercesión ante Dios Padre Todopoderoso.

El día 12 de Diciembre es un día no laboral, incluso la Bolsa Mexicana de Valores suspende sus actividades.

El día 12 de Diciembre es un día muy especial para todos los mexicanos.

Cada uno de nosotros que vivimos aquí y más alla de nuestras fronteras debemos meditar este hecho importante, debemos tratar de entender el mensaje que nos da la Virgen María, debemos ser hombres de bien, bajo las normas de Dios Padre, en comunión en Cristo nuestro Señor, para llegar a formar una humanidad llena del amor de Dios, para bienestar de todos los hombres.

A continuación el relato de la aparición de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac, tomado del escrito indio Nican Mopohua del siglo XVI, el escrito indígena que habla sobre el hecho Guadalupano)
 
 
1 Diez años después de conquistada la ciudad de México, cuando ya estaban depuestas las flechas, los escudos, cuando por todas partes había paz en los pueblos, 2 así como brotó, ya verdece, ya abre su corola la fe, el conocimiento de Aquél por quien se vive: el verdadero Dios. 

3 En aquella sazón, el año 1531, a los pocos días del mes de diciembre, sucedió que había un indito, un pobre hombre del pueblo, 

4 Su nombre era Juan Diego, según se dice, vecino de Cuauhtitlan, 5 y en las cosas de Dios, n todo pertenecía a Tlatilolco. 

6 Era sábado, muy de madrugada, venía en pos de Dios y de sus mandatos. 7 Y al llegar cerca del cerrito llamado Tepeyac ya amanecía. 8 Oyó cantar sobre el cerrito, como el canto de muchos pájaros finos; al cesar sus voces, como que les respondía el cerro, sobremanera suaves, deleitosos, sus cantos sobrepujaban al del coyoltototl y del tzinitzcan y al de otros pájaros finos. 9 Se detuvo a ver Juan Diego. Se dijo: ¿Por ventura soy digno, soy merecedor de lo que oigo? ¿Quizá nomás lo estoy soñando? ¿Quizá solamente lo veo como entre sueños? 10 ¿Dónde estoy? ¿Dónde me veo? ¿Acaso allá donde dejaron dicho los antiguos nuestros antepasados, nuestros abuelos: en la tierra de las flores, en la tierra del maíz, de nuestra carne, de nuestro sustento; acaso en la tierra celestial? 11 Hacia allá estaba viendo, arriba del cerrillo, del lado de donde sale el sol, de donde procedía el precioso canto celestial. 12 Y cuando cesó de pronto el canto, cuando dejó de oírse, entonces oyó que lo llamaban, de arriba del cerrillo, le decían: "JUANITO, JUAN DIEGUITO". 

13 Luego se atrevió a ir a donde lo llamaban; ninguna turbación pasaba en su corazón ni ninguna cosa lo alteraba, antes bien se sentía alegre y contento por todo extremo; fue a subir al cerrillo para ir a ver de dónde lo llamaban. 14 Y cuando llegó a la cumbre del cerrillo, cuando lo vio una Doncella que allí estaba de pie, 15 lo llamó para que fuera cerca de Ella. 16 Y cuando llegó frente a Ella mucho admiró en qué manera sobre toda ponderación aventajaba su perfecta grandeza: 17 su vestido relucía como el sol, como que reverberaba, 18 y la piedra, el risco en el que estaba de pie, como que lanzaba rayos; 19 el resplandor de Ella como preciosas piedra, como ajorca (todo lo más bello) parecía 20 la tierra como que relumbraba con los resplandores del arco iris en la niebla. 21 Y los mezquites y nopales y las demás hierbecillas que allí se suelen dar, parecían como esmeraldas. Como turquesa aparecía su follaje. Y su tronco, sus espinas, sus aguates, relucían como el oro. 22 En su presencia se postró. Escuchó su aliento, su palabra, que era extremadamente glorificadora, sumamente afable, como de quien lo atría y estimaba mucho.

23 Le dijo:- "ESCUCHA, HIJO MÍO EL MENOR, JUANITO. ¿A DÓNDE TE DIRIGES?" 

24 Y él le contestó:_ "Mi Señora, Reina, Muchachita mía, allá llegaré, a tu casita de México Tlatilolco, a seguir las cosas de Dios que nos dan que nos enseñan quienes son las imágenes de Nuestro Señor: nuestros sacerdotes" 

25 En seguida, con esto dialoga con él, le descubre su preciosa voluntad; 26 le dice: "SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA. 27 EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: 28 LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: 29 PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, 30 TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, 31 Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, 32 PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES. 33 Y PARA REALIZAR LO QUE PRETENDE MI COMPASIVA MIRADA MISERICORDIOSA, 

ANDA AL PALACIO DEL OBISPO DE MEXICO, Y LE DIRÁS QUE CÓMO YO TE ENVÍO, PARA QUE LE DESCUBRAS CÓMO MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME PROVÉA DE UNA CASA, ME ERIJA EN EL LLANO MI TEMPLO; TODO LE CONTARÁS, CUANTO HAS VISTO Y ADMIRADO, Y LO QUE HAS OÍDO. 34 Y TEN POR SEGURO QUE MUCHO LO AGRADECERÉ Y LO PAGARÉ, 35 QUE POR ELLO TE ENRIQUECERÉ, TE GLORIFICARÉ; 36 Y MUCHO DE ALLÍ MERECERÁS CON QUE YO RETRIBUYA TU CANSANCIO, TU SERVICIO CON QUE VAS A SOLICITAR EL ASUNTO AL QUE TE ENVÍO. 37 YA HAS OÍDO, HIJO MÍO EL MENOR, MI ALIENTO MI PALABRA; ANDA, HAZ LO QUE ESTÉ DE TU PARTE". 

38 E inmediatamente en su presencia se postró; le dijo:_ "Señora mía, Niña, ya voy a realizar tu venerable aliento, tu venerable palabra; por ahora de Ti me aparto, yo, tu pobre indito". 

39 Luego vino a bajar para poner en obra su encomienda: vino a encontrar la calzada, viene derecho a México. 

40 Cuando vino a llegar al interior de la ciudad, luego fue derecho al palacio del obispo, que muy recientemente había llegado, gobernante sacerdote; su nombre era D. Fray Juan de Zumárraga, sacerdote de San Francisco. 41 Y en cuanto llegó luego hace el intento de verlo, les ruega a sus servidores, a sus ayudantes, que vayan a decírselo; 42 después de pasado largo rato vinieron a llamarlo, cuando mandó el señor obispo que entrara. 43 Y en cuanto entró, luego ante él se arrodilló, se postró, luego ya le descubre, le cuenta el precioso aliento, la preciosa palabra de la Reina del Cielo, su mensaje, y también le dice todo lo que admiró lo que vio, lo que oyó. 44 Y habiendo escuchado toda su narración, su mensaje, como que no mucho lo tuvo por cierto, 45 le respondió, le dijo: "Hijo mío, otra vez vendrás, aun con calma te oiré, bien aun desde el principio miraré, consideraré la razón por la que has venido, tu voluntad, tu deseo". 46 Salió; venía triste porque no se realizó de inmediato su encargo. 

47 Luego se volvió, al terminar el día , luego de allá se vino derecho a la cumbre del cerrillo, 48 y tuvo la dicha de encontrar a la Reina del Cielo: allí cabalmente donde la primera vez se le apareció, lo estaba esperando. 49 Y en cuanto la vio, ante Ella se postró, se arrojó por tierra, le dijo: 

50 "Patroncita, Señora, Reina, Hija mía la más pequeña, mi Muchachita, ya fui a donde me mandaste a cumplir tu amable aliento, tu amable palabra; aunque difícilmente entré a donde es el lugar del gobernante sacerdote, lo vi, ante él expuse tu aliento, tu palabra, como me lo mandaste. 51 Me recibó amablemente y lo escuchó perfectamente, pero, por lo que me respondió, como que no lo entendió, no lo tiene por cierto. 52 Me dijo: "Otra vez vendrás; aun con calma te escucharé, bien aun desde el principio veré por lo que has venido, tu deseo, tu voluntad". 53 Bien en ello miré, según me respondió, que piensa que tu casa que quieres que te hagan aquí, tal vez yo nada más lo invento, o que tal vez no es de tus labios; 54 mucho te suplico, Señora mía; Reina, Muchachita mía, que a alguno de los nobles, estimados, que sea conocido, respetado, honrado, le encargues que conduzca, que lleve tu amable aliento, tu amable palabra para que le crean. 55 Porque en verdad yo soy un hombre del campo, soy mecapal, soy parihuela, soy cola, soy ala; yo mismo necesito ser conducido, llevado a cuestas, no es lugar de mi andar ni de mí detenerme allá a donde me envías, Virgencita mía, Hija mía menor, Señora, Niña; 56 por favor dispénsame: afligiré con pena tu rostro, tu corazón; iré a caer en tu enojo, en tu disgusto, Señora Dueña mía". 

57 Le respondió la perfecta Virgen, digna de honra y veneración: 

58 "ESCUCHA, EL MÁS PEQUEÑO DE MIS HIJOS, TEN POR CIERTO QUE NO SON ESCASOS MIS SERVIDORES, MIS MENSAJEROS, A QUIENES ENCARGUÉ QUE LLEVEN MI ALIENTO MI PALABRA, PARA QUE EFECTÚEN MI VOLUNTAD; 59 PERO ES MUY NECESARIO QUE TÚ, PERSONALMENTE, VAYAS, RUEGUES, QUE POR TU INTERCESIÓN SE REALICE, SE LLEVE A EFECTO MI QUERER, MI VOLUNTAD. 60 Y, MUCHO TE RUEGO, HIJO MÍO EL MENOR, Y CON RIGOR TE MANDO, QUE OTRA VEZ VAYAS MAÑANA A VER AL OBISPO. 61 Y DE MI PARTE HAZLE SABER, HAZLE OÍR MI QUERER, MI VOLUNTAD, PARA QUE REALICE, HAGA MI TEMPLO QUE LE PIDO. 62 Y BIEN, DE NUEVO DILE DE QUÉ MODO YO, PERSONALMENTE, LA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, YO, QUE SOY LA MADRE DE DIOS, TE MANDO". 

63 Juan Diego, por su parte, le respondió, le dijo:_ "Señora mía, Reina, Muchachita mía, que no angustie yo con pena tu rostro, tu corazón; con todo gusto iré a poner por obra tu aliento, tu palabra; de ninguna manera lo dejaré de hacer, ni estimo por molesto el camino. 64 Iré a poner en obra tu voluntad, pero tal vez no seré oído, y si fuere oído quizás no seré creído. 65 Mañana en la tarde, cuando se meta el sol, vendré a devolver a tu palabra, a tu aliento, lo que me responda el gobernante sacerdote. 66 Ya me despido de Tí respetuosamente, Hija mía la más pequeña, Jovencita, Señora, Niña mía, descansa otro poquito. 

67 Y luego se fue él a su casa a descansar.. 

68 Al día siguiente, domingo, bien todavía en la nochecilla, todo aún estaba oscuro, de allá salió, de su casa, se vino derecho a Tlatilolco, vino a saber lo que pertenece a Dios y a ser contado en lista; luego para ver al señor obispo. 69 Y a eso de las diez fue cuando ya estuvo preparado: se había oído misa y se había nombrado lista y se había dispersado la multitud. 70 Y Juan Diego luego fue al palacio del señor obispo. 71 Y en cuanto llegó hizo toda la lucha por verlo, y con mucho trabajo otra vez lo vió; 72 a sus pies se hincó, lloró, se puso triste al hablarle, al descubrirle la palabra, el aliento de la Reina del Cielo, 73 que ojalá fuera creída la embajada, la voluntad de la Perfecta Virgen, de hacerle, de erigirle su casita sagrada, en donde había dicho, en donde la quería 74 Y el gobernante obispo muchísimas cosas le preguntó, le investigó, para poder cerciorarse, dónde la había visto, cómo era Ella; todo absolutamente se lo contó al señor obispo. 75 Y aunque todo absolutamente se lo declaró, y en cada cosa vió, admiró que aparecía con toda claridad que Ella era la Perfecta Virgen, la Amable, Maravillosa Madre de Nuestro Salvador Nuestro Señor Jesucristo, 76 sin embargo, no luego se realizó. 77 Dijo que no sólo por su palabra, su petición se haría, se realizaría lo que él pedía, 78 que era muy necesaria alguna otra señal para poder ser creído cómo a él lo enviaba la Reina del Cielo en persona. 

79 Tan pronto como lo oyó Juan Diego, le dijo al obispo: 80 "Señor gobernante, considera cuál será la señal que pides, porque luego iré a pedírsela a la Reina del Cielo que me envió". 

81 Y habiendo visto el obispo que ratificaba, que en nada vacilaba ni dudaba, luego lo despacha. 

82 Y en cuanto se viene, luego le manda a algunos de los de su casa en los que tenía absoluta confianza, que lo vinieran siguiendo, que bien lo observaran a dónde iba, a aquién veía, con quién hablaba. 

83 Y así se hizo. Y Juan Diego luego se vino derecho. Siguió la calzada. 84 Y los que lo seguían, donde sale la barranca cerca del Tepeyac, en el puente de madera lo vinieron a perder. Y aunque por todas partes buscaron, ya por ninguna lo vieron. 85 Y así se volvieron. No sólo porque con ello se fastidiaron grandemente, sino también porque les impidió su intento, los hizo enojar. 86 Así le fueron a contar al señor obispo, le metieron en la cabeza que no le creyera, le dijeron cómo nomás le contaba mentiras, que nada más inventaba lo que venía a decirle, o que sólo soñaba o imaginaba lo que le decía, lo que le pedía. 87 Y bien así lo determinaron que si otra vez venía, regresaba, allí lo agarrarían, y fuertemente lo castigarían, para que ya no volviera a decir mentiras ni a alborotar a la gente. 

88 Entre tanto, Juan Diego estaba con la Santísima Virgen, diciéndole la respuesta que traía del señor obispo; 89 la que, oída por la Señora, le dijo: 

90 "BIEN ESTÁ, HIJITO MÍO, VOLVERÁS AQUÌ MAÑANA PARA QUE LLEVES AL OBISPO LA SEÑAL QUE TE HA PEDIDO; 91 CON ESO TE CREERÁ Y ACERCA DE ESTO YA NO DUDARÁ NI DE TI SOSPECHARÁ; 92 Y SÁBETE, HIJITO MÍO, QUE YO TE PAGARÉ TU CUIDADO Y EL TRABAJO Y CANSANCIO QUE POR MI HAS EMPRENDIDO; 93 EA, VETE AHORA; QUE MAÑANA AQUÍ TE AGUARDO". 94 Y al día siguiente, lunes, cuando debía llevar Juan Diego alguna señal para ser creído, ya no volvió. 

95 Porque cuando fué a llegar a su casa, a un su tío, de nombre Juan Bernardino, se le había asentado la enfermedad, estaba muy grave. 96 Aun fué a llamarle al médico, aún hizo por él, pero ya no era tiempo, ya estaba muy grave. 97 Y cuando anocheció, le rogó su tío que cuando aún fuere de madrugada, cuando aún estuviere oscuro, saliera hacia acá, viniera a llamar a Tlatilolco algún sacerdote para que fuera a confesarlo, para que fuera a prepararlo, 98 porque estaba seguro de que ya era el tiempo, ya el lugar de morir, porque ya no se levantaría, ya no se curaría. 99 Y el martes, siendo todavía mucho muy de noche, de allá vino a salir, de su casa, Juan Diego, a llamar el sacerdote a Tlatilolco, 100 y cuando ya acertó a llegar al lado del cerrito terminación de la sierra, al pie, donde sale el camino, de la parte en que el sol se mete, en donde antes él saliera, dijo: 101 "Si me voy derecho por el camino, no vaya a ser que me vea esta Señora y seguro, como antes, me detendrá para que le lleve la señal al gobernante eclesiástico como me lo mandó; 102 que primero nos deje nuestra tribulación; que antes yo llame de prisa al sacerdote religioso, mi tío no hace más que aguardarlo". 

103 En seguida le dio la vuelta al cerro, subió por enmedio y de ahí atravesando, hacia la parte oriental fue a salir, para rápido ir a llegar a México, para que no lo detuviera la Reina del Cielo. 104 Piensa que por donde dio la vuelta no lo podrá ver la que perfectamente a todas partes está mirando. 105 La vio cómo vino a bajar de sobre el cerro, y que de allí lo había estado mirando, de donde antes lo veía. 106 Le vino a salir al encuentro a un lado del cerro, le vino a atajar los paso; le dijo: 

107 "¿QUÉ PASA, EL MÁS PEQUEÑO DE MIS HIJOS? ¿A DÓNDE VAS, A DÓNDE TE DIRIGES?": 

108 Y él, ¿tal vez un poco se apenó, o quizá se avergonzó? ¿o tal vez de ello se espantó, se puso temeroso? 109 En su presencia se postró, la saludó, le dijo: 110 "Mi Jovencita, Hija mía la más pequeña, Niña mía, ojalá que estés contenta; ¿cómo amaneciste? ¿Acaso sientes bien tu amado cuerpecito, Señora mía, Niña mía? 111 Con pena angustiaré tu rostro, tu corazón: te hago saber, Muchachita mía, que está muy grave un servidor tuyo, tío mío. 112 Una gran enfermedad se le ha asentado, seguro que pronto va a morir de ella. 113 Y ahora iré de prisa a tu casita de México, a llamar a alguno de los amados de Nuestro Señor, de nuestros sacerdotes, para que vaya a confesarlo y a prepararlo, 114 porque en realidad para ello nacimos, los que vinimos a esperar el trabajo de nuestra muerte. 115 Más, si voy a llevarlo a efecto, luego aquí otra vez volveré para ir a llevar tu aliento, tu palabra, Señora, Jovencita mía. 116 Te ruego me perdones, ténme todavía un poco de paciencia, porque con ello no te engaño, Hija mía la menor, Niña mía, mañana sin falta vendré a toda prisa". 

117 En cuanto oyó las razones de Juan Diego, le respondió la Piadosa Perfecta Virgen: 

118 "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. 119 ¿NO ESTOY AQUI, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. 120 QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; QUE NOTE APRIETE CON PENA LA ENFERMEDAD DE TU TÍO, PORQUE DE ELLA NO MORIRÁ POR AHORA. TEN POR CIERTO QUE YA ESTÁ BUENO" 121 (Y luego en aquel mismo momento sanó su tío, como después se supo): 

122 Y Juan Diego, cuando oyó la amable palabra, el amable aliento de la Reina del Cielo, muchísimo con ello se consoló, bien con ello se apaciguó su corazón, 123 y le suplicó que inmediatamente lo mandara a ver al gobernador obispo, a llevarle algo de señal, de comprobación, para que creyera 124 la Reina Celestial luego le mandó que subiera a la cumbra del cerrillo, en donde antes la veía; 

125 Le dijo: "SUBE, HIJO MÍO EL MENOR, A LA CUMBRE DEL CERRILLO, A DONDE ME VISTE Y TE DI ÓRDENES 126 ALLÍ VERÁS QUE HAY VARIADAS FLORES: CÓRTALAS, REÚNELAS, PONLAS TODAS JUNTAS; LUEGO, BAJA AQUÍ; TRÁELAS AQUÍ, A MI PRESENCIA.

127 Y Juan Diego luego subió al cerrillo, 128 y cuando llegó a la cumbre, mucho admiró cuantas había florecidas, abiertas sus corolas, flores las más variadas, bellas y hermosas, cuando todavía no era su tiempo: 129 porque de veras que en aquella sazón arreciaba el hielo; 130 estaban difundiendo un olor suavísimo; como perlas preciosas, como llenas de rocío nocturno. 131 Luego comenzó a cortarlas,, todas las juntó, las puso en el hueco de su tilma. 132 Por cierto que en la cumbre del cerrito no era lugar en que se dieran ningunas flores, sólo abundan los riscos, abrojos, espinas; nopales, mezquites, 133 y si acaso algunas hierbecillas se solían dar, entonces era el mes de diciembre, en que todo lo come, lo destruye el hielo. 134 Y en seguida vino a bajar, vino a traerla a la Niña Celestial las diferentes flores que había ido a cortar, 135 y cuando las vio, con sus venerables manos las tomó; 136 luego otra vez se las vino a poner todas juntas en el hueco de su ayate, le dijo: 

137 "MI HIJITO MENOR, ESTAS DIVERSAS FLORES SON LA PRUEBA, LA SEÑAL QUE LLEVARÁS AL OBISPO; 138 DE MI PARTE LE DIRÁS QUE VEA EN ELLAS MI DESEO, Y QUE POR ELLO REALICE MI QUERER, MI VOLUNTAD. 139 Y TÚ..., TÚ QUE ERES MI MENSAJERO...., EN TI ABSOLUTAMENTE SE DEPOSITA LA CONFIANZA; 140 Y MUCHO TE MANDO, CON RIGOR QUE NADA MÁS A SOLAS EN LA PRESENCIA DEL OBISPO EXTIENDAS TU AYATE, Y LE ENSEÑES LO QUE LLEVAS. 141 Y LE CONTARÁS TODO PUNTUALMENTE LE DIRÁS QUE TE MANDÉ QUE SUBIERAS A LA CUMBRE DEL CERRITO A CORTAR FLORES, Y CADA COSA QUE VISTE Y ADMIRASTE, 142 PARA QUE PUEDAS CONVENCER AL GOBERNANTE SACERDOTE, PARA QUE LUEGO PONGA LO QUE ESTÁ DE SU PARTE PARA QUE SE HAGA, SE LEVANTE MI TEMPLO QUE LE HE PEDIDO".

143 Y en cuanto le dio su mandato la Celestial Reina, vino a tomar la calzada, viene derecho a México, ya viene contento. 144 Ya así viene sosegado su corazón, porque vendrá a salir bien, lo llevará perfectamente. 145 Mucho viene cuidando lo que está en el hueco de su vestidura, no vaya a ser que algo tire; 146 viene disfrutando del aroma de las diversas preciosas flores. 

147 Cuando vino a llegar al palacio del obispo, lo fueron a encontrar el portero y los demás servidores del sacerdote gobernante, 148 y les suplicó que le dijeran cómo deseaba verlo, pero ninguno quiso, fingían que no le entendían, o tal vez porque aún estaba muy oscuro, 149 o tal vez porque ya lo conocían que nomás los molestaba, los importunaba, 150 y ya les habían contado sus compañeros, los que lo fueron a perder de vista cuando lo fueron siguiendo 151 Durante muchísimo rato estuvo esperando la razón. 152 Y cuando vieron que por muchísimo rato estuvo allí, de pie, cabizbajo, sin hacer nada, por si era llamado, y como que algo traía, lo llevaba en el hueco de su tilma; luego pues, se le acercaron para ver qué traía y desengañarse. 153 Y cuando vio Juan Diego que de ningún modo podía ocultarles lo que llevaba y que por eso lo molestarían, lo empujarían o tal vez lo aporrearían, un poquito les vino a mostrar que eran flores. 154 Y cuando vieron que todas eran finas, variadas flores y que no era tiempo entonces de que se dieran, las admiraron muy mucho, lo frescas que estaban, lo abiertas que tenían sus corolas, lo bien que olían, lo bien que parecían 155 Y quisieron coger y sacar unas cuantas; 156 tres veces sucedió que se atrevieron a cogerlas, pero de ningún modo pudieron hacerlo, 157 porque cuando hacían el intento ya no podían ver las flores, sino que, a modo de pintadas, o bordadas, o cosidas en la tilma las veían. 158 Inmediatamante fueron a decirle al gobernante obispo lo que habían visto, 159 cómo deseaba verlo el indito que otras veces había venido, y que ya hacía muchísimo rato que estaba allí aguardando el permiso, porque quería verlo. 

160 Y el gobernante obispo, en cuando lo oyó, dió en la cuenta de que aquello era la prueba para convencerlo, para poner en obra lo que solicitaba el hombrecito. 161 Enseguida dio orden de que pasara a verlo. 162 Y habiendo entrado, en su presencia se postró, como ya antes lo había hecho. 163 Y de nuevo le contó lo que había visto, admirado, y su mensaje. 

164 Le dijo:_"Señor mío, gobernante, ya hice, ya llevé a cabo según me mandaste; 165 así fui a decirle a la Señora mi Ama, la Niña Celestial, Santa María, la Amada Madre de Dios, que pedías una prueba para poder creerme, para que le hicieras su casita sagrada, en donde te la pedía que la levantaras; 166 y también le dije que te había dado mi palabra de venir a traerte alguna señal, alguna prueba de su voluntad, como me lo encargaste. 167 Y escuchó bien tu aliento, tu palabra, y recibió con agrado tu petición de la señal, de la prueba, para que se haga, se verifique su amada voluntad. 168 Y ahora, cuando era todavía de noche, me mandó para que otra vez viniera a verte; 169 y le pedí la prueba para ser creído, según había dicho que me la daría, e inmediatamente lo cumplió. 170 Y me mandó a la cumbre del cerrito en donde antes yo la había visto, para que allí cortara diversas rosas de Castilla. 171 Y cuando las fui a cortar, se las fui allevar allá abajo; 172 y con sus santas manos las tomó, 173 de nuevo en el hueco de mi ayate las vino a colocar, 174 para que te las viniera a traer, para que a ti personalmente te las diera. 175 Aunque bien sabía yo que no es lugar donde se den flores la cumbre del cerrito, porque sólo hay abundancia de riscos, abrojos, huizaches, nopales, mezquites, no por ello dudé, no por ello vacilé. 176 Cuando fui a llegar a la cumbre del cerrito miré que ya era el paraíso. 177 Allí estaban ya perfectas todas las diversas flores preciosas, de lo más fino que hay, llenas de rocío, esplendorosas, de modo que luego las fui a cortar; 178 y me dijo que de su parte te las diera, y que ya así yo probaría, que vieras la señal que le pedías para realizar su amada voluntad, 179 y para que aparezca que es verdad mi palabra, mi mensaje. 180 Aquí las tienes, hazme favor de recibirlas." 
 
 
La Virgen de Guadalupe y Juan Diego 181 Y luego extendió su blanca tilma , en cuyo hueco había colocado las flores. 182 Y así como cayeron al suelo todas las variadas flores preciosas, 183 luego allí se convirtió en señal, se apareció de repente la Amada Imagen de la Perfecta Virgen Santa María, Madre de Dios, en la forma y figura en que ahora está, 184 en donde ahora es conservada en su amada casita, en su sagrada casita en el Tepeyac, que se llama Guadalupe. 

185 Y en cuanto la vio el obispo gobernante y todos los que allí estaban, se arrodillaron, mucho la admiraron, 186 se pusieron de pie para verla, se entristecieron, se afligieron, suspenso el corazón, el pensamiento..
 

187 Y el obispo gobernante con llanto, con tristeza, le rogó, le pidió perdón por no luego haber realizado su voluntad, su venerable aliento, su venerable palabra, 188 y cuando se puso de pie, desató del cuello de donde estaba atada, la vestidura, la tilma de Juan Diego 189 en la que se apareció, en donde se convirtió en señal la Reina Celestial, 190 Y luego la llevó; allá la fue a colocar a su oratorio. 

191 Y todavía allí pasó un día Juan Diego en la casa del obispo, aún lo detuvo. 192 Y al día siguiente le dijo:_"Anda, vamos a que muestres dónde es la voluntad de la Reina del Cielo que le erijan su templo. 193 De inmediato se convidó gente para hacerlo, levantarlo, 194 Y Juan Diego, en cuanto mostró en dónde había mandado la Señora del Cielo que se erigiera su casita sagrada, luego pidió permiso: 195 quería ir a su casa para ir a ver a su tío Juan Bernardino, que estaba muy grave cuando lo dejó para ir a llamar a un sacerdote a Tlatilolco para que lo confesara y lo dispusiera, de quien le había dicho la Reina del Cielo que ya había sanado. 

196 Pero no lo dejaron ir solo, sino que lo acompañaron a su casa. 197 Y al llegar vieron a su tío que ya estaba sano, absolutamente nada le dolía. 198 Y él, por su parte, mucho admiró la forma en que su sobrino era acompañado y muy honrado; 199 le preguntó a su sobrino por qué así sucedía, el que mucho le honraran; 200 Y él le dijo cómo cuando lo dejó para ir a llamarle un sacerdote para que lo confesara, lo dispusiera, allá en el Tepeyac se le apareció la Señora del Cielo; 201 y lo mandó a México ver al gobernante obispo, para que allí le hicera una casa en el Tepeyac. 

202 Y le dijo que no se afligiera, que ya su tío estaba contento, y con ello mucho se consoló. 203 Le dijo su tío que era cierto, que en aquel preciso momento lo sanó, 204 y la vió exactamente en la misma forma en que se le había aparecido a su sobrino, 205 le dijo cómo a él también lo había enviado a México a ver al obispo; 206 y que también, cuando fuera a verlo, que todo absolutamente le descubriera, le platicara lo que había visto 207 y la manera maravillosa en que lo había sanado, 208 y que bien así la llamaría bien así se nombraría; LA PERFECTA VIRGEN SANTA MARIA DE GUADALUPE, su Amada Imagen. 

209 Y luego trajeron a Juan Bernardino a la presencia del gobernante obispo, lo trajeron a hablar con él a dar testimonio, 210 y junto con su sobrino Juan Diego, los hospedó en su casa el obispo unos cuantos días, 211 en tanto que se levantó la casita sagrada de la Niña Reina allá en el Tepeyac,; donde se hizo ver de Juan Diego. 

212 Y el señor obispo trasladó a la Iglesia Mayor la amada Imagen de la Amada Niña Celestial. 213 La vino a sacar de su palacio, de su oratorio en donde estaba, para que todos la vieran la admiraran, su amada Imagen. 214 Y absolutamente toda esta ciudad, sin faltar nadie, se estremeció cuando vino a ver a admirar su preciosa Imagen. 215 Venían a reconocer su carácter divino. 216 Venían a presentarle sus plegarias. 217 Muchos admiraron en qué milagrosa manera se había aparecido, 218 puesto que absolutamente ningún hombre de la tierra pintó su amada Imagen.

La imagen de la Virgen de Guadalupe se venera en México con grandísima devoción, y los milagros obtenidos por los que rezan a la Virgen de Guadalupe son tan extraordinarios que no se puede menos que exclamar: "El Poder divino está aquí".

El Papa declaró a Nuestra Señora de Guadalupe como "Patrona y Emperatriz de América". Su fiesta se celebra el 12 de diciembre.

Un hecho inexplicable (Tomado de "El Catolicismo" 25 de octubre de 1981).

Los asombrosos descubrimientos que se han hecho acerca del Cuadro de la Virgen de Guadalupe en México, tienen pasmados a los científicos.

Últimamente se ha formado una comisión de científicos para investigar los fenómenos inexplicables de esta tela que era el ayate o túnica blanca del indio Juan Diego.

Lo primero que llama la atención de los expertos textiles es que esta manta se haya podido conservar durante siglos, expuesta al polvo, al calor y a la humedad, sin que se haya deshilachado ni se haya desteñido su bella policromía. Siempre estuvo así expuesta a todo, y sólo desde hace unos años la cubrieron con un vidrio.

La tela está hecha con una fibra de ayate mexicano que se descompone por putrefacción a los veinte años, como ha sucedido con varias reproducciones de la imagen que se han fabricado en esta misma clase de tejido. Y sin embargo este lienzo lleva cuatrocientos cincuenta años desde el tiempo de Hernán Cortés, sin desgarrarse, ni descomponerse, y por causas inentendibles a los expertos, es refractaria a la humedad y al polvo.

La pintura que cubre la tela es otro misterio. El sabio alemán Kuhn, que es premio Nobel en Química, ha estudiado esta pintura, y su respuesta dejó atónitos a los oyentes: "estos colorantes no son ni minerales, ni vegetales, ni animales".

Se podía pensar que la tela resistía tanto porque la habían colado y preparado de manera especial como a otras pinturas famosas para que tuviera gran resistencia.

Pero el sabio Callagan, de la NASA, de Estados Unidos la ha estudiado con aparatos de rayos infrarrojos y ha descubierto que la tela no tiene ningún engomado ni preservante, y que no se puede explicar cómo esas pinturas han resistido cuatro siglos en un lienzo tan ordinario. Con estos rayos infrarrojos se ha descubierto que la imagen no tiene esbozos previos como se ve en los cuadros de Rubens y Tiziano, sino que fue pintada directamente, tal cual se la ve, sin tanteos ni rectificaciones.

La imagen no tiene pinceladas. La técnica empleada es desconocida en la historia de la pintura. Es inusual, incomprensible e irrepetible.

LA PUPILA DE LA VIRGEN: LO MÁS INEXPLICABLE: Un famoso oculista, Lauvvoignet, examinó con un poderoso lente la pupila de la Virgen, y la observó maravillado que en el iris se veía reflejada la imagen de un hombre. Esto fue el principio de una investigación que condujo a los más inesperados descubrimientos.

La digitalización consiste en que si se fotografía la pupila de una persona, con una máquina poderosa y especial, en la fotografía queda todo lo que esa persona está viendo en el momento de tomar la foto. El Dr. Tosman, especializado en digitalización, o sea en averiguar por medio de fotos lo que la persona está viendo, le ha tomado fotografías a la pupila de la Virgen de Guadalupe. Las amplía miles de veces, y logra captar detalles imposibles de ser captados a simple vista. Y los detalles que aparecen en las fotografías de la Virgen de Guadalupe son: Un franciscano en cuyo rostro se ve deslizarse una lágrima; un hombre con la mano sobre la barba en señal de admiración; otro indio en actitud de rezar; unos niños y varios religiosos franciscanos más. O sea todas las personas que según la historia de la Virgen de Guadalupe escrita hace varios siglos, estaban presentes en el momento en el que apareció la sagrada imagen.

Lo que es radicalmente imposible es que en un espacio tan pequeño como la córnea de un ojo situado en una imagen de tamaño natural, aún el más experto miniaturista lograra pintar todas esas imágenes que ha sido necesario ampliar dos mil veces para poderlas advertir.

¡Inexplicable! Fue lo que exclamaron los expertos al conocer la respuesta del sabio alemán Kuhn cuando comprobó que los colores de esta pintura de la Virgen de Guadalupe no eran ni minerales, ni vegetales, ni animales.

¡Inexplicable! Exclamaron los sabios norteamericanos Smith y Callagan al comprobar que esta pintura carece de pinceladas y que esta tela que ha durado 450 años sin dañarse no tiene ningún preparativo que la conserve así.

¡Inexplicable, radicalmente inexplicable! Exclama el especialista Tonsman al referir en sus conferencias que con su máquina fotográfica de "digitalización" ha logrado encontrar en las pupilas de la Virgen de Guadalupe las imágenes de todas las personas que estaban presentes en el día de su aparición.

"Hay que respetar las diversas formas de devoción que la Iglesia ha venido aprobando a través de los siglos. Devociones de acuerdo con el temperamento, los sitios, los tiempos y la manera de ser de los fieles. (Concilio Vaticano).

Amigos y amigas pidamos siempre la intercesión de la Santísima Virgen María ya que ella es nuestra gran intercesora ante Dios Padre, Ella , la Virgen María, Ella la Virgen de Guadalupe, ella la " Bendita entre las mujeres ... la madre de Dios ".
 

Juan Carlos Olivares Morales
Virgen de Guadalupe
No se entristezca tu corazón ni te llenes de angustia. ¿Acaso no estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿Acaso no soy tu ayuda y protección?
Virgen de Guadalupe

" ! Oh dulce Señora del Tepeyac,  Madre de Guadalupe ! , Te presentamos esta multitud incontable de fieles que rezan a Dios en América ... ! Oh Señora y Madre de América ! Confirma la fe de nuestros hermanos y hermanas laicas , para que en todos los campos de la vida social ... actúen de acuerdo con la verdad y la ley nueva de Jesús ha traído a la humanidad ... ! Virgen Santa de Guadalupe Reina de la Paz ! Salva las naciones y a los pueblos del Continente... "

" Para ti , Señora de Guadalupe Madre de Jesús y Madre Nuestra , todo el cariño , honor , gloria y alabanza continua de tus hijos e hijas americanos !

S.S. Juan Pablo II


Más información en : http://www.sancta.org/morenita.html
 


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