EL
SANTO ROSARIO
NOTAS
ADICIONALES
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Para comprender mejor esta sección se recomienda leer primero la Parte 1 : El Santo Rosario.
La parte bíblica de cada Misterio es la siguiente :
-Misterios Gozosos (Lunes, Jueves, los domingos de Adviento y domingos después de la Epifanía hasta la Cuaresma)
1.- La anunciación del Angel a María
- Misterios
Dolorosos (Martes, Viernes y los domingos en Cuaresma.)
1.- La oración de Jesús en Getsemaní
- Misterios
Gloriosos (Miércoles, Sábado, y los domingos desde
la Pascua de Resurrección hasta Adviento.)
1.- La resurrección de nuestro Señor
Jesucristo
También el rezo del Rosario
tiene muchas consecuencias posivas, tales como bendiciones y beneficios,
y es mas, a traves de la Historia en todo el mundo, el tan solo hecho de
rezar el Rosario en familia o comunidad ha salvado ha muchas vidas de guerras
y enfermedades.
Bendiciones del Rosario
:
Y algunos Beneficios
son :
Y otros más.
Una sugerencia, en el rezo del Rosario,
es que al final del mismo, antes de decir : "Ave María Purísima.
Sin pecado concebida" , se pueden usar las siguientes oraciones :
- Derrama, Señor, tu gracia
sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la
encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión
y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
O bien, cuando se rezan los misterios
gozosos:
O bien, cuando se rezan los misterios
dolorosos:
O bien, cuando se rezan los misterios
gloriosos:
2.- María visitata a su prima Santa Isabel
3.- El nacimiento del niño Jesús en Belén
4.- La presentación del niño Jesús
en el Templo
5.- El niño Jesús perdido y hallado en
el templo
2.- Nuestro Señor Jesucristo es condenado a muerte
3.- La coronación de espinas de Neustro Señor
Jesucristo
4.- Jesús con la cruz a cuestas
5.- La crucificción de Nuestro Señor Jesucristo
2.- La ascensión de nuestro Señor Jesucristo
3.- La venida del Espíritu Santo
4.- La Asunción de la bienaventurada Virgen
María
5.- La coronación de la Santísima
Virgen María en el cielo
1.- Los pecadores obtienen el perdón.
Siempre y cuando se rece con devoción.
2. Las almas sedientas se sacian.
3. Los que están atados
ven sus lazos desechos.
4. Los que lloran hallan alegría.
5. Los que son tentados hallan
tranquilidad.
6. Los pobres son socorridos.
7. Los religiosos son reformados.
8. Los ignorantes son instruídos.
9. Los vivos triunfan sobre la
vanidad.
10. Los muertos alcanzan la misericordia
por vía de sufragios.
Entre muchas mas bendiciones.
1.- Nos eleva gradualmente al perfecto
conocimiento de Jesucristo.
2. Purifica nuestras almas del
pecado.
3. Nos permite vencer a nuestros
enemigos.
4. Nos facilita la práctica
de las virtudes.
5. Nos abrasa en amor de Jesucristo.
6. Nos proporciona con qué
pagar todas nuestras deudas con Dios y con los hombres.
7. Nos consigue de Dios toda clase
de gracias.
- Te pedimos, Señor, que
nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por
la intercesión de santa María, la Virgen, líbranos
de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías
del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
- Señor, tú has querido
que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz
que la Iglesia, asociándose con María a la pasión
de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
- Oh Dios, que por la resurrección
de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría,
concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María,
llegar a alcanzar los gozos eternos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
1.- La anunciación del Angel
a María
- Al cabo de seis meses, Dios envió el ángel Gabriel donde
una joven virgen llamada María que vivía en una ciudad de
Galilea llamada Nazareth y que era prometida de José de la familia
de David. Entró el ángel a su casa y le dijo: "Alégrate,
tú la Amada y Favorecida; el Señor está contigo".
Estas palabras la impresionaron muchísimo y se preguntaba que querría
decir ese saludo. Pero el ángel le dijo: "No temas, María,
porque has encontrado el favor de Dios. Vas a quedar embarazada y darás
a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Será
grande entre los hombres, y con razón lo llamarán Hijo del
Altísimo. Dios le dará el trono de David, su antepasado.
Gobernará por siempre el pueblo de Jacob y su reinado no terminará
jamás". María entonces dijo al ángel: "¿Cómo
podré ser madre si no tengo relación con un hombre?" Contestó
el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre
ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por
eso tu hijo será Santo y con razón lo llamarán Hijo
de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel: en su vejez ha quedado
esperando un hijo, y la que no podía tener familia se encuentra
ya en el sexto mes del embarazo; porque para Dios nada es imposible.»
Dijo María: "Yo soy la servidora del
Señor; que haga en mí lo que has dicho".
Después de estas palabras el ángel se retiró. (Luc.
1,26-38)
2.- María visita a su prima
Santa Isabel
- Por esos días, María partió apresuradamente a una
ciudad ubicada en los cerros de Judá. Entró a la casa de
Zacarías y saludó a Isabel. Al oír Isabel su saludo,
el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu
Santo y exclamó en alta voz: "Bendita
eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre".
¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi
Señor? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño
saltó de alegría en mis entrañas. ¡Dichosa por
haber creído que de cualquier manera se cumplirán las promesas
del Señor!» María dijo entonces: Celebra todo mi ser
la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en el Dios
que me salva porque quiso mirar la condición humilde de su esclava,
en adelante, pues, todos los hombres dirán que soy feliz. En verdad
el Todopoderoso hizo grandes cosas para mí reconozcan que Santo
es su nombre, y su misericordia es de generación en generación
a los que le temen. Hizo proezas con su brazo; esparció a los soberbios
en el pensamiento de sus corazones. Quitó de los tronos a los poderosos,
y exaltó a los humildes. A los ambrientos colmó de bienes,
y a los ricos envió vacíos. Socorrió a Israel su siervo,
acordándose de la misericordia de la cual habló a nuestros
padres, para con Abraham y su descendencia para siempre. Y se quedó
María con ella como tres meses; después se volvió
a su casa. (Luc. 1,39-56)
3.- El nacimiento del niño
Jesús en Belén
- Cuando estaban en Belén, le llegó el día en que
debía tener su hijo. Y dio a luz a
su primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó
en una pesebrera, porque no había hallado lugar en la posada.
En la región había pastores que vivían en el campo
y que por la noche se turnaban para cuidar sus rebaños. El ángel
del Señor se les apareció, y los rodeó de claridad
la gloria del Señor, y todo esto les produjo un miedo enorme. Pero
el ángel les dijo: «No teman, porque yo vengo a comunicarles
una buena nueva que será motivo de mucha alegría para todo
el pueblo. Hoy nació para ustedes en la ciudad de David un Salvador
que es Cristo Señor. En esto lo reconocerán: hallarán
a un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado
en una pesebrera.» Y repentinamente apareció con el ángel
una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decián:
"¡Gloria
a Dios en las alturas, y en la tierra Paz, Buena Voluntad para con los
hombres!"
(Luc. 2,6-14).
4.- La presentación del
niño Jesús en el Templo
- Cumplidos los ochos días para circuncidar al niño, le pusieron
por nombre Jesús, el cual le había sido puesto por el ángel
antes que fuese concebido.Y, cuando llegó el día en que,
de acuerdo a la Ley de Moisés, debían cumplir el rito de
la purificación de la madre, llevaron al niño a Jerusalén.
Ahí lo consagraron al Señor, tal como está escrito
en la Ley: Todo varón primogénito será consagrado
al Señor. Además ofrecieron el sacrificio que ordena la Ley:
una pareja de tórtolas o dos pichones. Había en Jerusalén
un hombre llamado Simeón, que era muy bueno y piadoso y el Espíritu
Santo estaba en él. Esperaba los tiempos en que Dios atendiera Israel
y sabía por una revelación del Espíritu Santo que
no moriría antes de haber visto al Cristo del Señor. Vino,
pues, al Templo, inspirado por el Espíritu, cuando sus padres traían
al niñito Jesús para cumplir con él los mandatos de
la Ley. Simeón lo tomó en brazos, y bendijo a Dios con estas
palabras: Señor, ahora, ya puedes dejar que tu servidor muera ¨
en paz, como le has dicho. Porque mis ojos
han visto a tu Salvador ¨ que tú preparaste para presentarlo
a todas las naciones. Luz para iluminar a todos los pueblos
¨ y gloria de tu pueblo Israel. Su padre y su madre estaban maravillados
por todo lo que decía Simeón del niño. Simeón
los felicitó y después dijo a María, su madre: "Mira,
este niño debe ser causa tanto de caída como de resurrección
para la gente de Israel. Será puesto como una señal que muchos
rechazarán, y a ti misma una espada te atravesará el alma.
Pero en eso los hombres mostrarán claramente lo que sienten en sus
corazones." (Luc. 2,21-35)
5.- El niño Jesús
perdido y hallado en el templo
- Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén
para la fiesta de la Pascua y cuando cumplió doce años fue
también con ellos para cumplir con este precepto. Al terminar los
días de la Fiesta, mientras ellos regresaban, el niño Jesús
se quedó en Jerusalén sin que sus padres lo notaran. Creyendo
que se hallaba en el grupo de los que partían, caminaron todo un
día, y después se pusieron a buscarlo entre todos sus parientes
y conocidos. Pero como no lo hallaron prosiguieron
su búsqueda, volvieron a Jerusalén. Después de tres
días lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los maestros
de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
Todos los que lo oían quedaban asombrados de su inteligencia y de
sus respuestas. Al encontrarlo, se emocionaron mucho y su madre les dijo:
«Hijo, ¿por qué te has portado así? Tu padre
y yo te buscábamos muy preocupados.» El les contestó:
"¿Y
por qué me buscaban? ¿No saben que tengo que estar donde
mi Padre?" Pero ellos no comprendieron lo
que les acababa de decir. Volvió con ellos a Nazaret, donde vivió
obedeciéndoles. Su madre guardaba fielmente en su corazón
todos estos recuerdos. Y Jesús crecía en sabiduría
y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres. (Luc. 2,41-52)
1.- La oración de
Jesús en Getsemaní
- Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. (Mat 26,36-39)
Y estando en agonía, oraba
más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que
caían hasta la tierra. (Luc. 22,44)
2.- Nuestro Señor
Jesucristo es condenado a muerte
- Venida la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos
del pueblo entraron en consejo contra Jesús, para entregarle a muerte.
Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador. Pilato
les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado
el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado! Y el gobernador les
dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún
más, diciendo: ¡Sea crucificado!
Viendo
Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto,
tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo:
Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros. Y respondiendo
todo el pueblo, dijo:
Su sangre sea sobre
nosotros, y sobre nuestros hijos. Entonces les soltó a Barrabás;
y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado.
(Mat. 27)
3.- La coronación
de espinas de Nuestro Señor Jesucristo
- Los soldados
romanos llevaron a Jesús al palacio del gobernador y reunieron a
toda la tropa en torno a él. Le quitaron sus vestidos y le pusieron
una capa de soldado color rojo. Después
le colocaron en la cabeza una corona que habían trenzado con espinas
y en la mano derecha una caña. Doblaban la rodilla ante Jesús
y se burlaban de él diciendo: "¡Viva
el rey de los judíos!" Le escupían
la cara y, quitándole la caña, le pegaban en la cabeza. (Mat.
27,27-31)
4.- Jesús con la cruz a
cuestas
- Cuando lo llevaban, tomaron a un tal Simón de Cirene que volvía del campo, y le cargaron la cruz de Jesús para que la llevara detrás de él. Lo seguía muchísima gente, especialmente mujeres que se golpeaban el pecho y se lamentaban por El. Jesús volviéndose hacia ellas, les dijo: "Hijas de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos. Por que va a llegar el día en que se dirá: Felices las madres sin hijos, felices las mujeres que no dieron a luz ni amamantaron. Entonces se dirá: ¡Ojalá que los cerros caigan sobre nosotros! ¡Ojalá que las lomas nos ocultaran! Porque si así tratan al árbol verde, ¿Qué harán con el seco?" Junto con Jesús llevaban también a dos malhechores para ejecutarlos. (Luc. 23,26-34)
5.- La crucificción
de Nuestro Señor Jesucristo
- Junto a la cruz de Jesús estaba su madre y la hermana de
su madre, y también María, esposa de Cleofás, y María
de Magdalena. Jesús al ver a la madre y junto a ella a su discípulo
más querido, dijo a la Madre: "Mujer,
ahí tienes a tu hijo." Después
dijo al discípulo: "Ahí tienes
a tu madre". Desde ese momento el discípulo
se la llevó a su casa. (Jn. 19,25-27)
1.- La resurrección de Nuestro
Señor Jesucristo
- Pasado el Sábado, al despertar el alba del primer día de
la semana, fueron María Magdalena y la otra María a visitar
el sepulcro. De repente, se produjo un gran temblor: el Angel del Señor
bajó del cielo y, llegando al sepulcro, hizo rodar la piedra que
lo tapaba y se sentó encima. Su aspecto era como el relámpago
y sus ropas blancas como la nieve. Al verlo, los guardias temblaron de
miedo y quedaron como muertos. El Angel dijo a las mujeres: "Ustedes,
no teman, porque yo sé que buscan a Jesús crucificado. No
está aquí. Ha resucitado tal como lo había anunciado."
( Mat. 28,1-6)
2.- La ascensión de Nuestro
Señor Jesucristo
- Mientras estaban hablando de todo esto, Jesús se presentó
en medio de ellos. Les dijo: "Paz a ustedes."
Estaban atónitos y asustados, pensaron que veían a algún
espíritu. Pero les dijo: "Por qué se asustan tanto, y porque
les vienen estas dudas? Miren mis manos y mis pies, soy yo. Tóquenme
y fíjense bien que un espíritu no tiene carne ni huesos,
como ustedes ven que yo tengo." Y al mismo tiempo les mostró sus
manos y sus pies. Y como en medio de tanta alegría no podían
creer y seguían maravillados, les dijo: "¿Tienen aquí
algo que comer?" Ellos le ofrecieron un pedazo de pescado asado y él
lo tomó y comió ante ellos. Jesús les dijo: "Todo
esto se lo había dicho cuando estaba todavía con ustedes.
Tenía que cumplirse lo que está escrito en la Ley de Moisés,
en los Salmos, y en los Profetas respecto a mí." Entonces les abrió
la mente para que lograrán entender las Escrituras y les dijo: "Esto
estaba escrito: los sufrimientos de Cristo, su resurrección de entre
los muertos al tercer día y la predicación que ha de hacerse
en su nombre a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, invitándoles
a que se conviertan y sean perdonadas de sus pecados. Y ustedes son testigos
de todo esto. Ahora yo voy a enviar sobre ustedes al que mi Padre prometió.
Por eso, quédense en la ciudad hasta que hayan sido revestidos de
la fuerza que viene de arriba." Jesús los condujo hasta cerca de
Betania y, levantando las manos, los bendijo. Y
mientras los bendecía se alejó de ellos y fue llevado al
cielo. (Luc. 24,36-51)
3.- La venida del Espiritu Santo
- Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos
reunidos en un mismo lugar. De pronto vino del cielo un ruido, como el
de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa
donde estaban. Se les aparecieron unas lenguas
como de fuego, las que, separándose,
se fueron posando sobre cada uno de ellos; y
quedaron llenos del Espíritu Santo
y se pusieron a hablar idiomas distintos, en los cuales el Espíritu
les concedía expresarse. (Hechos 2,1-4)
4.- La asunción de la bienaventurada
Virgen María
- Ozías por su parte dijo a Judit: "Hija mía, que Dios Altísimo
te bendiga más que a todas las mujeres de la tierra. Y ¡bendito
sea el Señor, Dios, Creador del cielo y de la tierra, que te condujo
para que cortaras la cabeza del jefe de nuestros enemigos! Jamás
los hombres olvidarán la confianza que has demostrado. Siempre recordarán
el poder de Dios. Que Dios te colme de bienes y que los hombres te glorifiquen,
pues no vacilaste en exponer tu vida al ver la humillación de nuestra
raza. Por tu perfecta sumisión a Dios
has alejado la ruina que nos esperaba." Todo el pueblo respondió:
Amén. (Jdt. 13,18-20; 15,10)
5.- La coronación de la
Santísima Virgen María en el Cielo
- Apareció en el cielo una señal grandiosa: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo los pies y en su cabeza una corona de doce estrellas. Está embarazada y grita de dolor, porque llegó su tiempo de dar a luz. (Apo. 12,1)
08/07/2000/01:22hrs sección actualizada 08/11/2000/00:00hrs
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