Home > Conociendo nuestra Fe - Artículos > 08. 10 Razones para la abstinencia sexual |
Por Martha Morales
1. La pureza ayuda a tener una buena comunicación con tu pareja.
Cuando una pareja
vive la abstinencia sexual, su comunicación es buena porque no se
centran solamente en el placer sino en la alegría de compartir puntos
de vista y vivencias, además, sus conversaciones giran en torno
a temas personales y profundos, dedican tiempo a trabajar en las diferencias
básicas que hay entre ambos.
2. Crece el lado
amistoso de tu relación
La cercanía física puede llevar a que los adolescentes piensen que están emocionalmente cercanos, cuando en realidad no lo están. Una relación romántica consiste esencialmente en cultivar una amistad, y no hay amistad sin conversación y sin compartir intereses. La conversación personal crea lazos de amistad, y ayuda a que uno descubra al otro, que conozca sus defectos y sus cualidades. Algunos jóvenes se dejan llevar por las pasiones y cuando se conocen en profundidad, se desencantan. Y no se conocieron porque no llegaron a ser amigos, sino novios con derechos. |
3. Hay mejor relación con los padres de familia de ambos.
Cuando el hombre
y la mujer que se respetan mutuamente, maduran su cariño y mejoran
la amistad con los padres de ambos. Generalmente, los padres de familia
prefieren que sus hijos solteros vivan la continencia sexual, y se sienten
mal si saben que están sexualmente activos sin ser casados. Cuando
una pareja sabe que debe de esconder sus relaciones sexuales, crece en
ellos la culpa y el stress. Los novios que viven la pureza se relacionan
más cordialmente con los padres de familia propios y de la pareja.
4. Te ves más libre para cuestionar si ese noviazgo te conviene.
Las relaciones sexuales
tienen el poder de unir a dos personas con fuerza, y pueden prolongar una
relación poco sana basada en la atracción física o
en la necesidad de seguridad. Una persona se puede sentir “atrapada” en
una relación de la cual quisiera salir pues en fondo no la desea,
pero no encuentra la salida. Una persona casta puede romper con mayor facilidad
el vínculo afectivo que lo ata al otro pues no ha habido una intimidad
tan poderosa en el aspecto físico.
5. Se fomenta la generosidad contra el egoísmo.
Las relaciones sexuales
en el noviazgo, invitan al egoísmo y a la propia satisfacción,
inclinan a sentirse en competencia con otras personas que puede resultarle
más atractivas a la propia pareja. Se fomenta la inseguridad y el
egoísmo pues, empezar a entrar en intimidades, invita a pedir más
y más.
6. Hay menos riesgo de abuso físico o verbal.
El sexo fuera del
matrimonio se asocia a la violencia y a otras formas de abuso. Por ejemplo,
se da más del doble de agresión física entre parejas
que viven juntas sin compromiso, que entre las parejas casadas. Hay menos
celos y menos egoísmo en las parejas de novios que viven la pureza
que en las que se dejan llevar por las pasiones.
7. Aumenta el repertorio de modos de mostrar afecto.
Los novios que vive
la abstinencia encuentran detalles “nuevos” para mostrar afecto; cuenta
con inventiva e ingenio para pasarla bien y demostrarse mutuamente su interés.
La relación se fortalece y tienen más oportunidad de conocerse
en cuanto a su carácter, hábitos y en el modo de mantener
una relación.
8. Hay más posibilidades de triunfar en el matrimonio.
Las investigaciones
han demostrado que las parejas que han cohabitado tienen más posibilidades
de divorciarse que las que no han cohabitado.
9. Si decides “romper” esa relación, dolerá menos.
Los lazos que crea
la actividad sexual por naturaleza, vinculan fuertemente, entonces, si
hay una ruptura, se intensifica el dolor que produce la ruptura por los
vínculos establecidos. Cuando no se han tenido relaciones íntimas,
y deciden separarse, la separación es menos devastadora.
10. Te sentirás mejor como persona.
Los adolescentes sexualmente activos, frecuentemente pierden autoestima y admiten vivir con culpas. Cuando deciden dejar de lado la intimidad física y vivir castamente, se sienten como nuevos y crecen como personas. Además, mejoran su potencial intelectual, artístico y social. Con el sexo no se juega. Cuando alguien te presione, piensa en lo que vas a responder: “Sólo te lo pido una vez, y no insistiré más” / “Eso es justo lo que me preocupa. Prefiero conservarme para alguien que me va a querer toda la vida”.
Artículo tomado del Periódico Koinonia.
Organo Formativo e Informativo de la Arquidiócesis de Puebla
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