PROYECTO REORDINE Por una mejor A.C.J.M.

MARCO DOCTRINAL
 

- Los jóvenes estamos llamados a cooperar en la restauración del Orden Social Cristiano, por medio de una seria formación religiosa, social y cívica.
“ La misión de los adolescentes y jóvenes en América latina que camina hacia el tercer milenio cristiano es prepararse para ser los hombres y las mujeres del futuro, responsables y activos en las estructuras sociales, culturales y eclesiales, para que, incorporados por el Espíritu de Cristo y por su ingenio en conseguir soluciones originales, contribuyan en lograr un desarrollo cada vez más humano y más cristiano”(Santo Domingo, 111).

-   Emprender una acción social católica.
“Es necesaria una acción pastoral que llegue a los jóvenes en sus propios ambientes, como en el colegio, la universidad, el mundo del trabajo o el ambiente rural, como una atención apropiado a su sensibilidad”(Ecclesia in America, 47).

-   Coordinar las fuerzas vivas de la juventud católica mexicana, para cooperar en la restauración del orden social cristiano en México.
“Los jóvenes son una gran fuerza social y evangelizadora. En el encuentro de  ellos con Cristo vivo se fundan las esperanzas y expectativas de un futuro de mayor comunión y solidaridad para la Iglesia y las sociedades de América”
(Ecclesia in America, 47).

Esta restauración debe consistir en revalorizar al pueblo cristiano, infundir en las conciencias el concepto católico de la vida tanto individual como social.
“Por esto, si remedio ha de tener el mal que ahora padece la sociedad humana, este remedio no puede ser otro que la restauración de la vida y costumbres cristianas. Porque en esto consiste la perfección de todas las sociedades, en trabajar para conseguir el fin para el cual fueron establecidas”(Rerum Novarum, 47)

-   Formación mutua de los miembros, por medio de la piedad, el estudio y de la acción para la conquista católico-social de la Patria Mexicana.
“La formación debe tender a la profundización y al crecimiento de la fe para la comunión con Dios y con los hombres; oriente la opción vocacional del joven; le brinde elementos para convertirse en factor de cambio y le ofrezca canales eficaces para la participación activa en la Iglesia y en la transformación de la sociedad, teniendo una espiritualidad que ayude a descubrir la voluntad de Dios en la propia vida y lleve a la felicidad plena”(Ser y misión, p. 17)

-   Formación de hombres en ser líderes sociales, que sean como levadura, capaces de fomentar  y mover a todas las masas.
“El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que toma una mujer y la mezcla con tres medidas de harina, hasta que todo fermenta”(Mt. 13,33. Lc. 13, 21).

-   Construir un contingente de jóvenes estrechamente unidos entre sí, que aferrados a una fe profunda en la causa de Dios, de la Patria  y del pueblo, trabajasen por Dios hasta el martirio, por la Patria hasta el heroísmo y por el pueblo hasta el sacrificio.
“Pero, antes de eso, a ustedes los tomarán presos y los perseguirán; los entregaran a los tribunales judíos y los llevarán a las cárceles; los harán comparecer ante los reyes y gobernadores porque llevan mi nombre, esta será para ustedes la oportunidad de dar testimonio de mí”(Lc. 21,12-13).
 
 

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